Albión, un mundo ubicado al norte de la tierra, cerca de los grandes vientos polares.  Posee grandes lagunas como bosques y grandes montañas que en su punta tiene nieve. Sus bosques grandes y misteriosos, en algunos si se podía entrar por que era seguro y en otros no se podía entrar por que eran desconocidos por los ojos de los seres vivos que se encontraban en Albión, sus tierras grandes y brillante llenas de vida animal, un gran siervo se podía ver hacia lo lejos corriendo por su vida, detrás del pobre animal un feroz felino corriendo con todas sus fuerzas, hasta que lo logra cazar, el siervo cae al suelo luchando con contra el felino con sus grandes cuernos y el felino con sus colmillos intentando asfixiar al animal. El siervo logra vivir tras una feroz lucha contra el felino, le tuvo que clavar sus grandes cuernos, el felino sufrió el impacto en su cara, específicamente en su frente, el siervo salio corriendo de la escena del crimen. Inmediatamente el felino cae al suelo sin vida, el siervo fue en dirección hacia los bosques por su seguridad.  Pero el animal no pudo entrar al bosque, el felino lo Abia dejado con múltiples heridas en su cuerpo que lo logra que se desplome al suelo sin vida.     En el cielo nublado como era de costumbre por esas tierras se podía encontrar grandes dragones volando de un lado a otro, algunos tiraban fuego de su bocas y otros hielo, pareciera que fuera una batalla de dragones pero no lo era, se estaban apareando entre si.   Sobre las montañas Abia que tener cuidado al cruzar, por que grandes criaturas se alojaban allí, solo un montaraz podía caminar libremente por que sabia en donde esconderse frente al peligro. Albión poseía grandes castillos fuerte mente custodiados por decenas de soldados y maquinaria pesada como liviana. En esos castillos Vivian grandes señores que controlaban tierras de sus alrededores y mas allá de su propia vista. Estos señores eran poderosos y a veces crueles con los siervos  que trabajaban en sus castillos.      Cuenta la leyenda que un gran señor manejaba sus mentes a esos señores, que les hacia Acer cosas, que ellos no sedarán cuenta, por ahí se rumorea que uno de esos señores empalago a una de sus victimas para luego comérselo y a los huesos se los tiro a sus fieras para que terminen por completo con la victima. Pero solo son leyendas que se cuentan por las noches de luna llena frente al fuego que calienta las almas de quienes lo rodean.